Cuba
Comparsa con la autoría de Francisco Soto Ruiz, música y dirección de José Luis Arniz Muñoz.
Descalificada del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas del Gran Teatro Falla.
Los de «Cuba» llegaron al Falla y solicitaron una entrevista con el presidente del jurado, a lo que este se negó amparándose en el reglamento, que prohibía con una nueva norma la comunicación entre el jurado y componentes de agrupaciones, quizás por la movida del año anterior entre las comparsas «Ángeles y Demonios» y «Navegantes Gaditanos».
Ante la negativa del presidente, la comparsa Cuba se negó a actuar hasta que no hablasen con el presidente. En esa movida, la función comenzaba, y «Cuba» no iba a escena, a lo que Pepe Benítez (locutor de radio), con todo el cariño del mundo y con ánimos de mediar, dijo a sala que uno de los coches había sufrido una avería y que no estaban todos los componentes. Así pasaron varias agrupaciones, hasta que llegó un comunicado del jurado en una cuartilla, decía así: “En el día de hoy, la comparsa «Cuba», queda descalificada por no presentarse en su horario previsto de actuación”.
Lugar de ensayos..: Antiguo reñidero de la calle Santa Clara.
Componentes..: Manuel Salmerón Aguirre (Bombo), Francisco Soto Ruiz (Caja), Pedro García Garrido «Pedrito» (Guitarra), José Luis Marfil Camacho – «Marfil» (Guitarra), Antonio Javier Camacho Becerra «Nono» (Guitarra), Juan Carlos Pérez Aguilar – «Carli Pérez» (Tenor), Vicente Chaparro Espinosa (Segunda), Manuel Palma Leiva «Palmita» (Tenor), Miguel Pacheco Soto (Tenor), Francisco García de Quirós Segura «Pacuchi» (Segunda), José Torres Palomeque «Porra» (Tenor), Salvador Torres Palomeque – «Dori» (Tenor) y José Luis Arniz Muñoz (Tenor – Octavillas).
Comparsa Cuba, 1980. Los vi sufrir en camerinos. Los vi pelear por sus derechos en el pasillo de acceso al cuarto del jurado y los vi llorando el final del popurrí cuando permitieron que cantaran, por la insistencia del público, al final de la sesión y una vez confirmada su descalificación.
En aquellos momentos me pareció muy triste todo aquello, hoy al recordarlo y mirar esta foto de su ensayo, en donde faltan ya unos cuantos, me vienen recuerdos y sensaciones aún más tristes que las sentidas hace cuarenta años.
Son, fila de tenores D. José Torres Palomeque, D. Juan Carlos Pérez Aguilar, D. José Luis Arniz Muñoz, D. Manuel Palma Leiva, D. Vicente Chaparro Espinosa.
Segunda fila, D. Francisco Javier García de Quirós Segura, D. Pedro García Garrido, D. Miguel Pacheco Soto, D. Salvador Torres Palomeque.
Tercera fila, D. José Luis Marfil Camacho, D. Francisco Soto Ruiz, D. Manuel Salmerón Aguirre y D. Antonio Javier Camacho Becerra.
(Comentario – D. Manuel Melendez Butrón)
El Carnaval de 1980 será recordado por el de los grandes cajonazos. Las comparsas ‘Caleta’, ‘Cuba’ y ‘Luceros del Alba’, fuera de la final, cantaron esa noche en el exterior del Falla, poniendo de moda las actuaciones de la escalerilla de la Facultad de Medicina. Allí podían leerse en dos pancartas: ‘Cuba, primer premio’ y ‘El jurado dice no, el pueblo dice sí’. Dentro transcurría una gran final con percances. Hasta tres llamadas anunciando la colocación de bombas se recibieron en la comisaría. Fue un año con ‘pelotazo’ en cuartetos de ‘Mario Carmelo y sus muñecos’ y en comparsas provinciales de ‘Los simios’, que ponía el Falla de pie con el pasodoble ‘Al amparo de la noche’ dedicado a un taxista asesinado. Eran tiempos en los que las letras lacrimógenas tenían una gran aceptación por parte del público. El Concurso seguía despertando un enorme interés y buena prueba de ello fueron las 40 horas que muchos aficionados pasaron en la cola para conseguir entradas para la final. La mujer hacía su aparición en la chirigota viñera ‘Los molondritas’, toda una sensación ese año. El coro de Los Dedócratas alcanzaba su cuarto primer premio consecutivo con ‘Los pequeños cantores del Viena’.
Aquel Carnaval contó con una importante novedad. La Reina del Carnaval dio paso a la Diosa, encarnada en 1980 por Encarna Franco Piferrer. El escritor Fernando Quiñones fue el pregonero, luciendo una corona de mojarritas auténticas para su disfraz de senador romano. Los Antifaces de Oro recayeron en Manuel de Palacio, Francisco Fernández de la Puente, José Quintana y Ricardo Villa. En el baile del Falla se anunciaba a Martes y Trece como «los revolucionarios del humor». Carlos Díaz, en su primer Carnaval como alcalde, se atrevía a disfrazarse de policía municipal.
En la ciudad, Felipe González daba un mitin pro-autonomía el 25 de febrero en el pabellón y cuatro días antes se anunciaba que la General Motors construiría dos fábricas en Puerto Real. Las películas verdes eran frecuentes en la cartelera. En el Cine Imperial, para los que no quisieran Carnaval, proyectaban ‘Madre superiora de los pecados’.
Oigamos su Presentación..:
Oído, así pregona la gente
por las calles de La Habana.
Así me llevo bailando
mi ritmito vacilón.
Que suenen los bongos
que este ritmo bailo yo,
pero que suenen los bongos
que este ritmo bailo yo.
Porque Febrero lleva el son
y las experiencias de mi tierra,
de caja, bombo y el sabor
al Carnaval y su folklor
somos los pollos, los pollos que están vacilando
con su belleza y su color
allí no, no, no que ni vuelvo no.
Traigo ritmo que pone a bailar
a la gente buena que quieren gozar.
Cada cual con su pareja, hermano que ahora
si que estamos en Carnaval,
si que estamos en Carnaval. Mulatita.
También oigamos uno de sus Pasodobles titulado..:
Una vez mas en el Carnaval
Una vez más en el Carnaval,
una vez más vengo a cantar,
con este gusanillo, que desde chiquillo hay en mí.
Imposible me es olvidar, aunque lejos esté de aquí,
a mi tierra, a mi gente, mi fiesta que es tan popular.
De cubano yo me vestí, para cantar, gozar y reír, elegí este disfraz.
Que caigan serpentinas ya, que se escuche el tanguillo, sí,
que suenen las maracas, que estamos en Carnaval.
Cuando salí de La Habana, válgame Dios,
quiero vivir, quiero sentir,
como español que de Cuba ha salido,
como emigrante que a esa tierra fui.
Quiero vivir, quiero sentir,
quiero aspirar el aire a libertad, que ahora tenéis aquí.
De Cuba a Cádiz vine yo, al son latió mi corazón,
que alegre al llegar rapidito cantó.
Soy exiliado, quizás cubano, pero en mis venas
corre la sangre de un gaditano.
ahora oigamos otro de sus Pasodobles titulado..:
El llanto de mi madre
otro de sus Pasodobles titulado..:
Al Monte Andaluz
ahora oigamos un Cuplét y Estribillo titulado..:
Como aficionao…
oigamos también otro Cuplét y Estribillo titulado..:
A Madrid llegó…
y finalizaremos oyendo su Popurrít..:
Este Pasodoble está dedicado al Torero de El Puerto, Curro Luque,
que quedó paralitico tras una trágica cogida por un Toro.
Mi maletilla donde vas
que la mañana fría esta
contesta el muchachillo a su mare
voy a torear y no te apures tu mujer
que yo torero quiero ser
y todo cuanto quieras mi mare
yo te comprare
así soñaba este chaval
hasta que un día la gloria
y la fama la pudo alcanzar
y a su derroche de valor
España entera le aplaudió
y así este maletilla su sueño realizo
ya no suena los clarines pá este chaval
quizás que Dios lo quiso así
que a Curro Luque reservo su capote
lleno de esperanza y un mejor final
esperara que tu afición pá ver de nuevo
tu bella muleta, tu arte y valor
porque la vida es así que lo importante es vivir
adelante currillo no te dejes vencer
y en el albero florezcan nardos
y a ti te ampare tu mulatita de los milagros.
Cuba en el Carnaval de Cádiz
Análisis del pasodoble de la comparsa Cuba
De los nombres memorables de las coplas del Carnaval gaditano no podría olvidarme de José Luis Arniz Muñoz, un autor que también se dedicó a la música en el mundo profesional principalmente como bolerista.
De entre las muchas agrupaciones de sus trayectorias participando en el COAC merece una mención especial su comparsa Cuba, que llegaba desde la localidad de El Puerto de Santa María, la cual fue descalificada por aquel polémico jurado junto a la comparsa Caleta de Antonio Martín.
Corría el año de 1.980, y Arniz quiso rendir un homenaje a Cuba, tal vez inspirado en su faceta como cantautor. Llevaba la autoría en letra y música. Ya he comentado en alguna otra ocasión que el mejor pasodoble dedicado a una madre se lo escuché a la comparsa Cuba y aún hoy me sigo emocionando.
Pasamos al análisis: tonalidad de Re Mayor (en audio registrado) y compás de 2/4
ESTRUCTURA:
Introducción: breve punteado de guitarra y pito de caña (como novedad no anticipa el final)
Pasodoble:
FRASE A. en la tonalidad de Re menor
Sección 1 …. 3+3(presentación del motivo y prolongación)
Sección 2 …. 6 compases de desarrollo y cierre de frase
Sección 3 …. 3+3 (recuperación de la sección 1)
Sección 4 …. 6 c. (nueva prolongación de la idea)
FRASE B:
Sección 1 …. 3+6 (variante del motivo de A como arranque para desarrollo)
Sección 2 …. 3+3 (variante de prolongación)
Sección 3 …. 3+3 (variante de cierre)
Trío: En la tonalidad de Re Mayor y 6/8
FRASE A.
Sección 1 …. 2 + 3
Sección 2 …. 2 + 3 (incompleto por pausa)
Sección 3 …. 2 + 3 (incompleto también por pausa)
FRASE B. 2/4 y ambigüedad tonal
Sección 1 …. 3+3 (variante del motivo principal)
Sección 2 …. 3+4 (prolongación y cierre de frase para entrar en la conclusión)
FRASE C:
4+6 el primero de arranque y el segundo de cierre.
Análisis melódico: lo primero que sorprende es la simplicidad de las frases en las obras para Carnaval de Arniz. Una línea uniforme y regular sin demasiadas sorpresas que parten de una célula, en este caso muy reutilizada a lo largo de la pieza. Consigue desprenderse un poco de esta regularidad en el trío consiguiendo el clímax para volver al reposo inicial.
Algunos detalles:
Nótese en estos primeros compases del pasodoble esa línea casi inamovible sobre el quinto grado del acorde y luego sobre la tónica en la repetición.
Preste atención en este fragmento que toma la célula original, la transforma temporalmente en tonalidad de Re Mayor y este mismo acorde sirve de pivote como dominante de la tónica de sol menor, que volverá a dar paso a la tonalidad de Re Mayor en el último compás antes de entrar en el trío. La línea melódica es de una gran belleza aún teniendo en cuenta su simplicidad y linealidad. He decidido mantener la armadura porque todo el fragmento tiene un carácter muy temporal, de transición.
Aquí me he inclinado más por el compás de subdivisión ternaria. Preste atención como el motivo sigue estando presente como reminiscencia. Es este fragmento el utilizado para la introducción en el pito de caña que inicia los compases del trío.
Análisis rítmico: Arniz juega a la relatividad de los compases y de las armonías sin definir un estado estable de la tonalidad que navega sobre tonos vecinos. Al igual que en el perfil melódico, hay una simplicidad rítmica sobre corcheas y negras principalmente.
CONCLUSIÓN: el pasodoble de la comparsa Cuba se aleja bastante de los cánones del momento, aún cuando entrábamos en una época en la que el estilo estaba cambiando. Es un obra compleja e incomprendida, especialmente por aquel jurado pero de un gran valor musical propio de un autor que había dedicado su vida a la música como profesión..
LA ESCALERILLA DE LA FACULTAD – Historias de Carnaval
En el año 1980, se produjo un hecho insólito en el Concurso de Agrupaciones del Carnaval de Cádiz en el Gran Teatro Falla, que quedó para la historia.
En señal de protesta por no haber alcanzado la Final, tres grandes agrupaciones cantaron esa noche en la escalerilla de la Facultad de Medicina, situada en la Plaza de Fragela, y pegadita al Teatro Falla, mientras que dentro transcurría una gran final con percances. Hasta tres llamadas anunciando la colocación de bombas se recibieron en la comisaría.
Con pancartas alusivas a los «cajonazos» sufridos en las que se podían leer mensajes como ‘Cuba, primer premio’ y ‘El jurado dice no, el pueblo dice sí’, las comparsas “Los Luceros del Alba”, de Luis Galán y dirigidos por Antonio Trujillo “Catalán Grande”, “Caleta” de Antonio Martín dirigida por Pedro Trujillo “Catalán Chico” y “Cuba”, de José Luis Arniz, de el Puerto de Santa María, manifestaron su disconformidad con el veredicto en una actuación memorable.
Los premios en la modalidad de COMPARSAS de ese año fueron:
COMPARSAS LOCALES
1º – “Payos y Gitanos”, de Pedro Romero con dirección de Jesús Monzón.
2º – Los Cholos del Altiplano, de Antonio Bustos con dirección de Manuel Moreno Pavón, “El Moreno”
3º – Los Guanches, de Joaquín Quiñones y Aurelio Real. Aunque concursaron como locales, la mayoría del grupo era de San Fernando.
COMPARSAS PROVINCIALES
1º – “Los Simios”, de El Puerto de Sta. María – «Los Majaras»
2º – “Embrujo”, de Barbate
3º – “Los Tiroleses”, de Jose Luis Bustelo, Chiclana de la Frontera.
Mi amigo Luis Galán, autor de la comparsa «Los Luceros del Alba», escribió sus vivencias sobre aquellos momentos. Este es el relato de su puño y letra y le agradezco enormemente que lo haya compartido conmigo… Eres grande, amigo Luís.
FEBRERO 1980 – ALGO SE CUECE…
Bueno, a ver como cuento la vivencia que tuve ese año tan especial y que luego el tiempo me ha hecho sentirme privilegiado al poderlo haber vivido en primera persona. A veces, cuando cuento algo, pillo complejo de Forrest Gump, porque parece que estuve en todos los grandes acontecimientos, pero… suerte de estar en el lugar idóneo en el momento justo. Vamos al lío y espero no aburriros con esta batallita.
Las raíces de esta historia se remontan al año 1978, cuando en el Puerto ensayan las comparsas «Raza Mora» y «Los Arrabaleros». El grupo de «Los Arrabaleros», capitaneado por El Charly, consigue que Antonio Martín, tras su ruptura con el grupo «Los Mandingos» o más bien con Catalán , recale en el Puerto para hacer el repertorio de «Los Arrabaleros». En el Puerto, muchos aficionados, yo entre ellos, apostábamos más por «Los Arrabaleros» que por «Raza Mora», quizás porque en los ensayos de «Raza Mora» jamás se oía todo completo, y no terminábamos de ver la comparsa, y sin embargo «Los Arrabaleros» convertían cada viernes en una especie de ensayo general.
En mi caso, tuve la suerte de que era mi primer año como autor con «Lunarito Flamenco» (3º Premio Infantil 1978), cuyo director y autor de música era Pedrito García, y a la vez, punteao de «Raza Mora», y asistía con asiduidad al ensayo junto con mi mentor. En «Los Arrabaleros» también estuve muchas veces, porque ver ensayar a Antonio Martín era un sueño, y allí nos hacían cantar a los chavales nuestro repertorio y el maestro conversaba conmigo, me animaba y me trataba como “Luisito”. Mi corazón estaba dividido y nunca sabré cual me gustaba más.
En el concurso del Gran Teatro Falla, ocurrió lo que tenía que ocurrir: «Raza Mora» barrió. No solamente le ganó a «Los Arrabaleros» sino que se convirtió en el pelotazo de ese año y de unos de los más grandes de la historia. El pasodoble «Un 4 de diciembre», que se pudo repetir en todas las actuaciones, las voces de Manolito, Pelahigo, Pedro, Pacoli, etc., culminaron el éxito de la comparsa. «Los Arrabaleros» quedaron tocados… y hundidos.
Al año siguiente, el 1979, la comparsa de Los Majaras «Cantares» seguía imbatible en El Puerto de Santa María, a pesar de que el primer premio fuese a parar al maestro Enrique Villegas y a Chiclana de la Frontera con sus «Hombres del Campo». Ese año en El Puerto se fraguaron las comparsas “Cuentos y Leyendas”, formada por algunos componentes de «Los Arrabaleros» y con la música de Catano, (guitarra de «Los Hindúes», músico de «Los Rederos», etc.) y la letra de Luis Ripoll, que rompió su relación con Antonio Trujillo Catalán Grande, tras una gran éxito con la comparsa «Los Golfos» (2º Premio Comparsas Locales).
Por otra parte, el director de «Los Arrabaleros», contó con un servidor para escribir la comparsa “Persecución”, que no llegué a terminar por discrepancias. Resultaba curioso que Luis Ripoll escribiera en El Puerto y yo en Cádiz, a su antiguo director, con «Húngaros Gitanos». En fin, que la comparsa de Los Majaras, en Cádiz, era “La Comparsa del Puerto” y las demás, “las otras”. Aquello no sentaba nada bien en los mentideros carnavalescos portuenses, y el “enemigo a batir» era sin duda la comparsa de «Los Majaras».
Durante el verano de 1979 se forma una antología con una gran parte del grupo de «Los Arrabaleros» y bajo la batuta de nada menos que José Luis Arniz. El grupo se perfila como lo que luego fue «Cuba», un grupazo. Comienza a ensayar la antología de José Luis Arniz, a la vez que se funda la primera peña carnavalesca del Puerto, la «Peña José Luis Arniz», en la calle Arenas, en el Barrio Alto, muy cerca de «Los Majaras». Aquí empieza la “guerra”, en el buen sentido de la palabra, ya que algunos aficionados de toda la vida de «Los Majaras», se convierten en socios de la peña por su cariño y admiración a José Luis Arniz. La antología ensayaba en el bodegón de Merello, en la calle Pagador, y tuvo muchas actuaciones, y es una verdadera lástima que no se grabara, ya que el popurrí totalmente nuevo y original era una joya, y las letras de los pasodobles adaptadas a los nuevos tiempos.
Las agrupaciones empiezan los ensayos para el Carnaval 1980 y la afición de El Puerto se divide en dos comparsas: por un lado «Cuba» de José Luis Arniz, y por otro lado «Los Simios», de Diego Caraballo con «Los Majaras». En los ensayos de «Cuba», en el antiguo reñidero de la calle Santa Clara, entran muchos aficionados, alentados por la agrupación para ganar adeptos y simpatizantes… mientras, «Los Simios» trabajan más en secreto y con pocos aficionados y escogidos en sus ensayos.
Estaban fraguando algo muy grande y casi nadie se percataba; es más, los más forofos de «Cuba», sonreían al oír el nombre de «Los Simios», pensando que sería algo grotesco. Yo recuerdo a Pedro de «Los Majaras», comentarme una tarde:
– Luis, la gente se ríe,… y eso mismo le pasó a «Los Cuasimodos», que la gente se reía porque iban desfigurados y grotescos, pero cuando vean esto en escena, se mueren, te lo digo yo…
ENTRE CÁDIZ Y EL PUERTO
Y acertó. Ese año mi relación con Pedro fue muy intensa, ya que aparte de «Luceros del Alba», comparsa de Cádiz dirigida por Antonio Trujillo «Catalán» y que se preparaba a su vez para ese Carnaval de 1980, también escribía mi comparsa juvenil que se llamaba “Niños de Écija”, inspirada en los siete bandoleros de Écija, un nombre que me sugirió Pedro y que a mi me gustó. Comentaba con Pedro cositas de la comparsa como el vestuario, el enfoque,… Para Pedro era muy entrañable saber que una comparsa mía llevaba el mismo tipo de la que fue su primera comparsa, en 1962, «Fantasía de Bandoleros».
Llegó la fecha del Concurso y el destino quiso que «Cuba» le tocase actuar un sábado por la noche y a «Los Simios» el siguiente día, por la tarde. En dos días, sabríamos el juicio del pueblo.
El día de la actuación de «Cuba», el patio de butacas era una fiesta. El ritmo, la novedad de tantísimos instrumentos de percusión, el sonido peculiar… maravilló al público. Dieron un pelotazo en toda regla. A la mañana siguiente, en un bar que estaba justo frente a Los Majaras, un bar sin nombre, haciendo esquina entre las calles Cruces y Ganado, estaban varios componentes y seguidores de «Cuba» celebrando orgullosos de la actuación de la noche anterior, mientras que en Los Majaras reinaba la calma y a la espera de la función de tarde para actuar.
Esa tarde me fui para el Teatro Falla con el padre de un componente de mi agrupación que tenía dos entradas y su mujer no quiso ir en el último momento. Me llamó y me fui con él, dispuesto a ver la actuación de «Los Simios». Cuando salieron a escena, con las luces apagadas y el cañón de luz alumbrando sus caras que apenan se veían porque estaban en corro, como se hacía antiguamente, aquello se venía abajo. Y ya, cuando soltaron el primer OHHHHH, SIMIOSSSS aquello fue el no va más. Impresionante, la presentación acabó con todo el teatro en pie, los pasodobles con oles cerrados, el popurrí magistral… todo. Yo no tuve duda desde aquel momento que mis amigos de «Cuba» habían perdido la batalla. El intento por desbancar a Los Majaras estaba muy difícil, por no decir imposible.
EL DESENCANTO
El mismo día que «Cuba» tenía que hacer su segunda actuación, salió publicado en el «Diario de Cádiz» una entrevista con el presidente del Jurado del COAC, quien afirmó que algunas agrupaciones, dada su multi-instrumentalidad, eran más propias para actuaciones en salas de fiestas que en el Teatro Falla. Aquellas palabras cayeron como un jarro de agua fría en el seno de la agrupación «Cuba». Los comentarios entre los componentes y seguidores eran de desesperación, y… había que hacer algo, y se hizo.
Esa tarde, cantaba «Cuba», y por orden de actuación eran los primeros. Yo estaba en casa de Antonio Trujillo «Catalán Grande», que trabajando, le dije a su mujer Maribel que iba al Falla a ver a mis paisanos y me fui para allá con un bocadillo de tortilla, y me acuerdo perfectamente que estaba mortal.
Los de «Cuba» llegaron al Falla y solicitaron una entrevista con el presidente del jurado, a lo que este se negó amparándose en el reglamento, que prohibía con una nueva norma la comunicación entre el jurado y componentes de agrupaciones, quizás por la movida del año anterior entre las comparsas «Ángeles y Demonios» y «Navegantes Gaditanos».
Ante la negativa del presidente, la comparsa Cuba se negó a actuar hasta que no hablasen con el presidente. En esa movida, la función comenzaba, y «Cuba» no iba a escena, a lo que Pepe Benítez (locutor de radio), con todo el cariño del mundo y con ánimos de mediar, dijo a sala que uno de los coches había sufrido una avería y que no estaban todos los componentes. Así pasaron varias agrupaciones, hasta que llegó un comunicado del jurado en una cuartilla, decía así: “En el día de hoy, la comparsa «Cuba», queda descalificada por no presentarse en su horario previsto de actuación”. Fdo; Montes de Oca.
Se lió en camerinos la marimorena. El tipo de la comparsa no llevaba bolsillos, por lo que Paco Soto me dijo que guardara la nota, y es más, la tuve guardada hasta que la perdí en una de mis mudanzas o tal vez la tenga en El Puerto, con mis recuerdos. En ese momento, era el descanso de la función, y entonces el jurado si accedió a hablar con los responsables de «Cuba». En una de las antiguas salitas que había en el Falla antes de la reforma, fuimos José Luis Arniz, Vicente Chaparro, Paco Soto y un servidor. Paco Soto se encaró de forma brusca, diciéndole que no tenían ni idea de Carnaval, que no sabía ni como se llamaban los instrumentos que portaban, y que en realidad le molestaba era el pañuelo rojo y el acento cubano. Con el pañuelo rojo en la mano, le dijo una y otra vez a dos miembros del jurado: – Esto es lo que a ti te molesta, esto.
El jurado insistió que la descalificación era por no haber cantado en su lugar previsto incluso habiendo dado un margen. En fin, salimos de allí, Paco Soto llorando, José Luis Arniz mudo total, y al llegar a camerinos, Vicente Chaparro dijo que efectivamente, los habían descalificado.
Los camerinos eran un infierno, y por allí estaba Manolo Aragón, del desaparecido «Cádiz Gráfico», que había hecho la mili con Lolo Palma, un componente de «Cuba». Insistió a que tendrían que ir al notario, y fui yo quien lo acompañé a la calle Ancha, a entregar la nota del jurado al notario, con la intención de que levantara acta en el Teatro de que la agrupación estaba allí, pero una vez expuestos los acontecimientos, el propio notario dijo que no había nada que hacer. Que el concurso se basa en unas reglas, y la comparsa la había incumplido.
Volvimos al teatro, y al entrar por la puerta de camerinos, se oía cantar a «Cuba». Estaban ensayando entre vítores, oles, y jaleo de todo el mundo, porque estaban dispuestos a cantar ya fuera de concurso. Entre tanto, el gallinero reclamaba entre agrupación y agrupación a la comparsa «Cuba»: querían verla actuar, y una vez que Pepe Benítez consultó con alguien de la organización, la comparsa cantó en último lugar sabiendo que estaba descalificada. Jamás olvidaré mi sensación entre bambalinas, al ver las caras de los componentes cantando el final de popurrí con lágrimas en los ojos y despidiéndose del público. Una vez acabada la actuación, yo me fui con ellos para El Puerto, llamé desde una cabina a Maribel y Antonio y me dejaron en casa de mis padres.
Aquella noche de la descalificación de «Cuba», viví momentos únicos, irrepetibles, palpé el amargor del fracaso, la arrogancia del fracaso provocado, la rebeldía del fracaso inevitable, en definitiva, vi la cara amarga del fracaso en amigos míos y me preparé para cuando me tocase vivir en mi persona esa situación. Intuía que mis “Luceros del Alba” se podían quedar fuera de la final, y quizás por eso, entendí como nadie los sentimientos de aquellos componentes.
Al día siguiente, «Los Simios» actuaron, esta vez en función de noche, y si grande fue el pelotazo del primer día, más grande fue el de esa noche. Las cartas estaban sobre la mesa. Cuando dijeron los que pasaban a la final en ese año 1980, no estaba «Cuba», por supuesto, pero tampoco «Caleta» de Antonio Martín ni tampoco mis «Luceros del Alba». Lo oí en mi casa, por la radio, y me quedé dormido recordando la noche de la descalificación de «Cuba» y el sabor amargo que observé en los rostros de sus componentes. Así estarían los míos, pensé. Sin embargo, me quedaba una alegría: mi comparsa «Niños de Écija» sí que estaban clasificados y con muchas opciones de ganar primer premio.
A LA FACULTAD
El mismo día de la final, por la mañana, estábamos en la «Peña José Luis Arniz» algunos amigos componentes de «Cuba» y yo. Fuimos a Cádiz a recoger las cintas con las grabaciones a casa de Agustín Acedo, productor de «Cuba» y «Caleta». Fuimos en el coche con Paco Soto, con José Luis Arniz, Pepe Noriega, y un servidor. Una vez en Cádiz, y antes de recoger las cintas, decidimos tomarnos algo en el bar «Merodio», en la Plaza de Abastos, y yo fui a ver a mi amigo Faly, compadre de Antonio Martín y frutero con «to» el arte del mundo, que me quería con locura y por supuesto yo a él. Dejó a alguien en la frutería y se vino con nosotros al «Merodio».
Faly estaba muy indignado con la decisión del jurado de dejar a «Caleta» fuera de la final, e insinuó que tanto «Cuba», como «Caleta» y «Luceros del Alba», deberían cantar en la puerta del Teatro Falla esa misma noche como señal de protesta. En eso, entra en el bar Pedro Trujillo “Catalán Chico”, y yo pensé: – ¡¡ Madre de Dios!! .
Entró como loco, desatado, ya podéis imaginar: insultos al jurado, gestos agresivos, etc., … Se viene hacia mí y me dice:
– Luisito, vamos a buscar a mi hermano (Antonio Trujillo, director de «Luceros del Alba») ahora mismo. Cuando venga del trabajo a las tres vamos a su casa, que esta noche la vamos a liar.
La conversación tomaba derroteros distintos, se barajaba la casualidad de que las dos agrupaciones grandes que no estaban sujetas a Izquierdo Producciones (productor discográfico de la época muy conocido), se habían quedado fuera, y también se habló por supuesto, de la influencia de cierta peña que estaba por el Campo del Sur, peña a la que “Caleta” se había negado a ir a hacer un ensayo general y uno de sus directivos estaba de jurado.
En estas, entran en el bar el Masa y El Peña, y se quieren sumar a la movida de la noche. Catalán Chico les dice que no, que su cuarteto “Los Cuatro Reyes de la Baraja” no valía ná y que no tenían porqué protestar. Yo me quedé blanco, pero El Peña, con to el arte del mundo le contesta:
– Bueno, Pedro, picha, si de tos formas lo de esta noche es sin cobrar, lo mismo da, nosotros no vamos, jajajajajaja.
Eran las tres de la tarde y la movida ya estaba casi fraguada, faltaba el beneplácito de Catalán Grande, reacio siempre a formar guirigáis y con el señorío por bandera. Fuimos andando hasta la casa de mi maestro y estaba aparcando su Seat 127 verde, y del tirón, sin anestesia, lo abordó Pedro diciéndole:
-Antonio, Antonio, esta noche la vamos a liar, esta gente son de «Cuba» y están dispuestos. Esta noche, en las puertas del Falla, vamos a cantar para el pueblo de Cádiz, y te juro que no entra nadie en el Teatro.
Estuvimos convenciendo a Antonio entre todos, hasta que le hizo prometer a su hermano que no se metería en líos con policías ni nada por el estilo. Cantar y punto. Catalán Chico lo prometió “por papá” y ahí quedo la cosa. La cita sería en la calle La Palma, a la altura del cine Caleta, y de ahí, del tirón para la puerta del Falla. Yo me fui para El Puerto, a las cinco de la tarde tenía que volver con mis “Niños de Écija” para cantar en la final de juveniles.
Cuando salí de la final con el Primer Premio bajo el brazo, la plaza de Fragela era una fiesta. Cientos de pancartas improvisadas que se hicieron esa misma tarde con cartulinas y palos de fregona, gritos, vítores, y las comparsas «Cuba», «Caleta», y «Luceros del Alba», subiendo una a una en la escalera de la Facultad envueltas en una batalla de coplas.
La gente con la entrada en la mano no entraba al Teatro, porque allí se estaba celebrando una final paralela de muchos quilates. Lloré de emoción, de alegría por mi primer premio… Alejé a mis niños del lugar porque la cosa se estaba poniendo fea. Los anti disturbios estaban deseando intervenir. Me quedé allí embelesado, sabiendo que aquello formaría parte de la historia.
Carnaval 1980.
Concurso del Gran Teatro Falla.
32 premios y 7 desiertos
De las sesenta y cuatro agrupaciones que se presentaron al Concurso del Falla, de ellas 37 locales, y 27 del resto de la provincia, el jurado concedió un total de 32 premios, quedando siete desiertos por la falta de concursantes en cinco grupos provinciales.
Las puntuaciones alcanzadas por los conjuntos carnavalescos que participaron en las fases finales —juveniles e infantiles, de una parte; y adultos, de otra— fueron las siguientes:
AGRUPACIONES INFANTILES Y JUVENILES
COMPARSAS JUVENILES LOCALES
1.- «Bordón y prima», 389.
2.- «Los truenes», 358.
3.- «homenaje a la alegría», 333.
COMPARSAS JUVENILES PROVINCIALES
1.- «Niños de Écija», 339.
2.- «Niños ricos y niños pobres», 223.
COMPARSAS INFANTILES LOCALES
1.- «Carnavalito chino», 413.
2.- “Sueños de infancia», 367.
3.- «Superniños”, 298.
COMPARSAS INFANTILES PROVINCIALES
1.- «Fantasía andaluza», 359.
2.- “Los ilusionistas», 310.
CHIRIGOTAS INFANTILES PROVINCIALES
1.- «Los supermanes», 227.
2.- «Los pinches de Andalucía», 142.
AGRUPACIONES DE ADULTOS
COROS LOCALES
1.- «Los pequeños cantores del vienes», 416.
2.- «Los viñeros», 409.
3.- «La mascarada», 404.
COROS PROVINCIALES
1.-«Estampa criolla», 384.
COMPARSAS LOCALES
1.- «Payos y Gitanos», 440.
2.- «Los cholos del Altiplano», 423.
3.- «Los guanches», 393.
COMPARSAS PROVINCIALES
1.- Los simios», 438.
2.- «Embrujo», 378.
3.- «Tiroleses», 377.
CHIRIGOTAS LOCALES
1.- «Los monos sinvergüenzas», 409.
2 .- «Trigolín y las letras locas», 353.
3.- «Las niñas del hula-hop», 352.
CHIRIGOTAS PROVINCIALES
1.- «Las danzarinas locas», 374.
2 .- «Paco Sandía y sus zagales jarto garbanzos», 359.
3.- «Los vejetes desastrosos», 277.
CUARTETOS LOCALES
1.-«Mario Carmelo y sus muñecos», 99.
2 .- “Romeo y Julieta y dos que le dan a la chuleta», 82.
3 .- El comandante Custok y los que se tiran al pilón», 71.
CUARTETOS PROVINCIALES
1.- «Rodriguito de Vivar, dos vivales y Mustafá», 76.
El premio «José Luis Lobo», fue adjudicado a un tango del coro.
«Los granaderos de Caí», titulado «Para ti gaditana», de Pardo y Cervantes.
PREMIO CÁDIZ
El tango «Vuela alto mi Andalucía», del coro «La mascarada», consiguió el premio «Cádiz», dotado con 75.000 Ptas. por la delegación municipal de Cultura para la mejor letra sobre Andalucía. Sus autores son Quintana y Segura.
CONCURSO «COPLAS DEL CARNAVAL GADITANO»
También hizo público su fallo el jurado del Concurso «Coplas del Carnaval Gaditano» 1980, convocado por la Caja de Ahorros, comprendiendo en total ocho premios con un importe de quinientas mil pesetas.
Estos premios serán entregados mañana martes, a partir de las 19 horas, en las oficinas centrales de la Caja, tras la actuación en público —plaza de San Agustín— de los galardonados.